jueves, 17 de noviembre de 2011

Evolución de: El marcapasos.

¿Qué es un marcapasos artificial?

De forma genérica, un marcapasos artificial es un dispositivo que ayuda a un corazón enfermo a normalizar su frecuencia cardiaca mediante su estimulación con pequeños impulsos eléctricos. Consta, básicamente, de una batería de alimentación, un circuito electrónico que controla la FC y unas sondas o electrodos que llevan los impulsos eléctricos a los nódulos, que a su vez lo transmiten a los músculos del corazón. 

Estos aliados del hombre han evolucionado mucho con el tiempo, reduciendo considerablemente su tamaño y ampliando sorprendentemente sus funcionalidades. Actualmente, su tamaño permite su implante bajo la piel, pero no siempre ha sido así. La complejidad del circuito electrónico también ha evolucionado hasta el punto de que los dispositivos de hoy no se limitan a mantener una frecuencia constante, sino que monitorizan al portador del implante y ajustan constantemente la frecuencia a la que demanda su actividad, entre otras funciones.

Aunque el principio de funcionamiento del dispositivo sigue siendo el mismo, se han producido muchas innovaciones tecnológicas en lo referente a sus prestaciones, su sistema de alimentación y sus materiales.
  
Su evolución

Los primeros marcapasos: los marcapasos a ritmo fijo o asincrónicos

Datan de principios de los años 50. Eran dispositivos torpes, grandes y poco duraderos, con un circuito electrónico muy rudimentario y con unas dimensiones que no permitían su implante en el cuerpo del paciente. Estos marcapasos externos estaban compuestos por unos pocos diodos, transistores, resistencias y un condensador. Una o varias pilas aportaban la energía necesaria para alimentar el circuito y estimular el corazón. Su fiabilidad dejaba mucho que desear y no garantizaban su funcionamiento continuado durante períodos largos de vida. Además, no eran más que instrumentos ciegos que continuamente producían unos 70 impulsos eléctricos por minuto, conduciéndolos hasta el corazón por medio de un electrodo, sin tener en cuenta la actividad del portador ni de su corazón. Estos marcapasos, conocidos como 'marcapasos a ritmo fijo' o 'asincrónicos', cumplían su papel muy bien cuando el ritmo propio del paciente estaba completamente ausente, pero cuando el fallo del ritmo sólo era intermitente, el marcapasos interfería ligeramente con el ritmo normal en los momentos en que éste se restablecía.
La primera evolución: los marcapasos a demanda
El siguiente paso fue el diseño de un marcapasos más inteligente, que dejara de actuar cuando se restableciera el ritmo cardíaco. Esto supuso la incorporación de nuevos circuitos, capaces de interactuar con el paciente, detectando la actividad eléctrica del corazón. Estos nuevos marcapasos se denominaron 'a demanda' porque sólo funcionaban cuando hacía falta.
   
Dispositivos que se comunican con el exterior: los marcapasos programables
Estos marcapasos disponen de una antena que les permite comunicarse con un disposivo externo, llamado 'programador', mediante señales electromagnéticas, de modo que pueden ser reprogramados sin necesidad de extraerlos, sin operar de nuevo al paciente. Esto supone poder adaptar su función a diversos estados del organismo sin la incomodidad que supone para el paciente una operación. Además, algunos de ellos pueden transmitir datos sobre su funcionamiento que ayudan a conocer su estado, la situación de las baterías, etc. 
  

La necesidad de dialogar con el corazón: los marcapasos fisiológicos

La implantación de un sistema de comunicaciones con el exterior supuso un gran avance, pero los marcapasos programables seguían siendo insensibles a las necesidades del organismo y su funcionamiento. Se empezó entonces a pensar en un marcapasos que fuese más fisiológico, es decir, capaz de responder a las necesidades orgánicas en cada momento. Estos dispositivos, aún en desarrollo, pueden responder a otras medidas de la actividad corporal, cambiando automáticamente su frecuencia. Algunos aparatos captan las vibraciones del cuerpo durante el movimiento; otros detectan la actividad respiratoria y aceleran la frecuencia del corazón paralelamente a la de la respiración; otros detectan finas vibraciones en la actividad eléctrica cardíaca producidas por el ejercicio y otros, en estado de diseño o proyecto, responderían al agotamiento del oxígeno en la sangre, a variaciones de la temperatura corporal, o incluso a varios de estos fenómenos simultáneamente.  

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